Sin duda Twitter es una fuente inmensa de información, y de “stress” y confrontación inmediata si de enfrentamiento de ideas y planteamientos se trata, no obstante esto último no es perjuicio para encontrar artículos que nos ayudan a esclarecer él muchísimas veces oscuro panorama político de nuestro país, hay muchas personas que se nutren de este medio, algunos no lo comprenden, o no les interesa, pero también conocemos de quienes han renunciado a las fuentes tradicionales de información en beneficio de esta red, y es que no es Facebook, tampoco es Instagram, ni TikTok, la satisfacción o adicción a esta red es proporcional a las ansias de estar rápida y ampliamente informado. Mi persona no escapa a esta corriente y como en varias ocasiones encuentro mucho que considero debe ser compartido para aquellos quienes -repito- o no tienen interés o simplemente aún no conocen este medio.
Gracias a @SomosPuentePerú por este gran artículo.
El gobierno acumula indicios de corrupción y prófugos en su entorno cercano, pero el congreso y la oposición no parecen ser realmente una alternativa. No sabemos si son iguales o peores.
¿Cómo explicar esta degradación en la política peruana?
No te equivocas cuando sientes que la política siempre te decepciona y/o está totalmente alejada de ti.
En Perú, uno de nuestros grandes déficits es la representación democrática. O sea, quienes llegan al poder están muy desconectados de la ciudadanía y sus demandas.
Existen varios factores que explican los “déficits de representación”, y uno de los principales es la debilidad de los partidos políticos.
Mejor dicho, en Perú NO tenemos realmente “partidos políticos”.
¿Cómo así? Te explicamos.
Aquello a lo que llamamos “partidos políticos” en Perú son meramente vehículos electorales; es decir, una etiqueta (nombre y logo) que permite que algunas personas compitan en elecciones.
Pero estos vehículos electorales NO contribuyen a la representación democrática.
En un libro reciente, Juan Pablo Luna (@anulolbapnauj) y colaboradores dicen que un partido permite la representación democrática si tiene DOS características: la coordinación horizontal y la agregación vertical
¡No te marees!, ahorita, te explicamos qué significa todo esto
La COORDINACIÓN HORIZONTAL es como una goma que permite que los políticos se mantengan juntos durante y luego de las elecciones.
Las mechas y la fragmentación de las bancadas muestran que los vehículos electorales en Perú no logran esta coordinación.
La AGREGACIÓN VERTICAL es como una escalera que permite unir los intereses de la gente (“abajo”) con los políticos (“arriba”).
Nuestros vehículos electorales no tienen gran presencia territorial, militantes o conexiones activas con la ciudadanía. No agregan ni a sus vecinos.
¿Qué sucede en otros países? Mira este cuadrito.
El Frente Amplio (FA) de Uruguay es un verdadero partido porque agrega verticalmente y coordina horizontalmente.
Otros partidos en América Latina se aproximan más o menos a este ideal.
Pero nosotros…
En el estudio de Luna y colaboradores, Fuerza Popular (FP) obtuvo los peores puntajes entre 18 organizaciones de América Latina. ¡Y se supone que es lo que “más” se acerca a un partido en el Perú!
Alberto Vergara y María Claudia Augusto nos dan más luces sobre este caso.
Lo peor de todo es que estos supuestos “partidos” se siguen debilitando con el paso del tiempo.
En un trabajo reciente, Carter demuestra que los “políticos con cancha” tienen muchos incentivos para volverse independientes, y esto contribuye a la erosión partidaria.
Entonces, estos supuestos “partidos” no contribuyen a la representación democrática por su debilidad. ¡Y lo peor es que cada vez son más débiles!
Nuestras decepciones con la política son, en parte, resultado del colapso de partidos que ocurrió en los 90 (@MartinTanakaG 👇🏾).
Por todo esto, la democracia peruana es muy deficiente. Nuestros vehículos electorales garantizan el descalabro constante del poder Ejecutivo y Legislativo.
Pero (agárrate), curiosamente, esta democracia de pésima calidad podría mantenerse en pie y no caer.
¿Cómo así?
Rodrigo Barrenechea (@RodrigoBarrene4) y Daniel Encinas (@danencinasz) argumentan que nuestra democracia precaria y deficiente se mantiene “por defecto”.
Es decir, hay un empate entre actores débiles que son incapaces de construir un autoritarismo duradero.
Y, si bien esta debilidad parece salvarnos de una prolongada dictadura, vivimos en una agotadora inestabilidad política llena de escándalos, dinero y ambición por todos lados.
Sin partidos que permitan representación democrática, la cosa pinta fea por buen tiempo.