La Masonería, su origen

La francmasonería o masonería es una institución de carácter iniciático, filantrópico, simbólico, filosófico, discreto, armónico, selectivo, jerárquico, internacional, humanista y con una estructura federal, fundada en un sentimiento de fraternidad. Afirma tener como objetivo la búsqueda de la verdad, el estudio filosófico de la conducta humana, de las ciencias y de las artes y el fomento del desarrollo social y moral del ser humano, orientándolo hacia su evolución personal, además del progreso social, y ejemplifica sus enseñanzas con símbolos y alegorías tradicionales tomadas de la albañilería y la cantería, más específicamente del «Arte Real de la Construcción», es decir de los constructores de las catedrales medievales.
La masonería, también conocida como francmasonería, es una asociación extendida en todo el mundo, que originalmente era de carácter secreto. La palabra, como tal, proviene del francés “maçon“, que significa “albañil”. No sorprende ver entre uno de sus símbolos más conocidos el compás.
En el Perú
El origen de la masonería en el Perú se cree tiene su origen a fines del siglo XVIII todavía éramos un virreinato, sin embargo, en la -transición entre la Masonería Virreinal y la Masonería Republicana-, aparecen las famosas sociedades Lautarinas, Logias de apariencia Masónica, pero de esencia militar cuya finalidad era lograr la independencia del Perú. No es extraño que la Respetable Logia Simbólica Unión y Orden, fuera fundada por el Hermano José de San Martín y varios oficiales expedicionarios de nacionalidad chilena y argentina.
No es intención de este artículo esclarecer, argumentar o dirimir temas sobre el origen y la razón de las logias en el Perú, simplemente establecer un marco histórico y básico sobre la razón de las logias masónicas en el Perú para comprender la razón de la existencia de una en Paita que tuvo actividad hasta su casi desaparición en la década de los 80. La masonería ha sido ampliamente combatida por la iglesia cuál si fuera un enemigo acérrimo, excomulgando y condenando su accionar, en el Perú, en 1773 por ejemplo, un supuesto miembro de la Orden que tenía por nombre Diego de la Granja, fue denunciado por la Santa Inquisición y sentenciado a muerte por Masón. En tiempos actuales la condena y excomunión solo aplica para aquellos sujetos a la doctrina y dogmatismo de la iglesia católica.
En Paita
Cuando apenas era un pre adolescente recordaba al igual que muchos paiteños de la época que frente al entonces siempre emblemático Club Liberal se daban cita varios integrantes de la Logia de Paita “Progreso Universal Nro.16” la cual tenía su templo en los altos del antiguo “Bahía”, un edificio que en la actualidad aún se mantiene en completo desafío al tiempo y al maltrato de los años.
Recuerdo que con elegante atuendo se reunían personajes como Don Arturo Pallete, Roque Sáenz, Don Roberto Taylor, Don Mayer Cohen, Don Teófilo Gómez, Don Gustavo García, Don César y Don Carlos Ginocchio, Don Nato Piedra, Alejandro Torres, don Justo Herrera Rambla, Manuel Noblecilla, Atila Meszaros, también formaron parte de esta logia Don Rafael Ramírez Viera, Don Oscar Castaños, el Dr. Romulo Vargas, el Dr. Nestor Guillen Rivera, el Ing. Félix Zambrano Rosas y otras personalidades, quienes se congregaban de manera regular en la logia para sus reuniones, para los ignorantes en el tema siempre había un velo de misterio sobre este grupo y sus actividades, no está de más mencionar que todos eran personajes destacados de la sociedad paiteña de entonces.

Grau Masón
Cabe recalcar la figura insigne de Miguel Grau como uno de los masones de origen paiteño y que tal vez no es conocida esa faceta por los mismos ciudadanos paiteños.
Don Ricardo Palma, recordaba que, en cada arribo al Callao, después de sus interminables viajes, él y don Miguel Grau, iban juntos a trabajar con su venerable Maestro en la Logia Luz Austral que laboraba en el Callao en la antañona y sobreviviente casona que se halla, hoy por hoy, frente al local del Teatro de nuestro primer puerto.
Y aquí, a mayor abundamiento, y de acuerdo con la versión masónica, también de Palma, de la pertenencia de Grau a la hermandad, don Miguel “habría sido invitado a pertenecer a la orden masónica en la Logia Unión Indisoluble en el Valle de Piura; sin embargo, lo haría más tarde en Paita”.

Y uniendo cabos sueltos y yendo un poco más lejos, tenemos que el padre de Grau, esto es, el caballero don Manuel Grau habría sentado sus reales en Lima el año de 1848, integrándose de inmediato a la Sociedad Fraternidad, Igualdad y Unión, “que reunía en su seno a quienes habían sido calificados como participantes en las Campañas de la Independencia, que años más tarde se convertiría en la Benemérita Sociedad de Fundadores de la Independencia y Defensores Calificados de la Patria”
La guerra civil de 1895, en que se enfrentaron la Coalición dirigida por Nicolás de Piérola y los partidarios de Cáceres, afectó gravemente el funcionamiento de las logias, ya que diecisiete de ellas quedaron en receso, aunque la mayoría de las logias limeñas lograron continuar con su actividad. En provincias, en cambio, solamente siguieron funcionando la tacneña Constancia y Concordia N.º 11, la trujillana Cosmopolita N.º 13, la ariqueña Fraternidad Universal N.º 20, la Porvenir de Junín N.º 22 (Cerro de Pasco) y la puneña Cuna de los Incas N.º 24. Prácticamente, todas las logias situadas en Bolivia y Ecuador habían cesado de funcionar. Sin embargo, hacia 1896 reanudaron sus labores Orden y Libertad N.º 2 (Lima), Luz del Guayas N.º 10 (Ecuador), Perseverancia N.º 12 (El Callao), Sol de los Andes N.º 14 (Moquegua) y Porvenir de Huancayo N.º 23.
Tras el enfrentamiento, se instalaron también nuevas logias en otras provincias: Porvenir de Paita N.º 27, Estrella del Norte N.º 29 (Chiclayo), Unión y Reforma N.º 30 (Iquitos), e incluso fuera del país: Luz de Pichincha N.º 31 (Quito) en Ecuador. En suma, la implantación de la GLP corresponde a los principales centros urbanos de la república, y dentro de estos a aquellos de mayor desarrollo capitalista.
Progreso Universal Nro. 16

El accionar de la logia paiteña en la década de los 70 fue muy activa, en esos días Don Roberto Taylor y Atila Meszaros llegaron a ser del Grado 33 que es el máximo grado dentro de la Logia y es un proceso que se hace en Lima sede principal, de ese proceso emergen obteniendo el Grado de Gran Maestro.
Don Justo Herrera Rambla, Gustavo García, Roberto Taylor, Atila Meszaros y Teófilo Gómez llegaron a ser Venerable Maestro de la Logia de Paita “Progreso Universal Nro.16”
Este es un pequeño intento por poner en contexto de manera apenas ligera de la participación de personas honorables y respetadas de la sociedad paiteña en las actividades de la masonería, desconocemos por completo el estado actual de las logias masónicas en Paita, presumimos de una inactividad absoluta, no sería descabellado afirmar que el estado ético, moral y social actual de la sociedad paiteña pareciera no ser buen terreno para el resurgimiento de la masonería local, me atrevería a afirmar que lo que acontece hoy por hoy en el medio porteño es un inequívoco signo de la degradación social en que se ha visto inmersa la provincia desde hace varias décadas.
La masonería en el Perú y en Paita