En el universo político paiteño desde la aparición de las redes sociales y viendo el potencial para sus fechorías, los troles que en nuestro entorno son limitados intelectuales y para escarnio de ellos mismos son anónimos, asientan sus reales defendiendo sus propios intereses.
Ni siquiera el buen accionar de sus favorecidos políticos sino los desaciertos y malas políticas que siempre están asociadas con la corrupción, malversación, y aprovechamiento inmisericorde de los dineros públicos. También hay quienes hacen sus faenas o engaños en el sector privado, aprovechándose de la candidez y excesiva confianza del ciudadano de a pie.
Recientemente, salió a la luz pública una resolución del juez suplente Leandro Burgos Solís en la cual respaldaba la solicitud de medidas cautelares a favor del vacado ex regidor Huber Vite.
Esta resolución insta u ordena su reposición en un lapso no mayor de 5 días, nada inusual para el manoseado accionar del poder judicial no solo en el ámbito regional que podría ser la excepción, pero sabemos que esto, por lo contrario, es la regla en el precario poder judicial.
Lo que sorprende es la rapidez, la premura, lo instantáneo de la reactivación de los personajes oscuros y que maquiavélicamente han estado siempre moviendo los hilos de la corrupción dentro y fuera de la Municipalidad Provincial de Paita.
No hace mucho se conmemoró un año del fallecimiento de Teodoro Alvarado Alayo más conocido en el ámbito porteño como Chapulín, un empresario de la pesca que incursionó en la política con el respaldo de su dinero y en contubernio con algunos dirigentes de Acción Popular que vendieron la candidatura al mejor postor en esos días.
El extinto alcalde se rodeó de varios personajes oscuros, entre ellos Cesar Andretti, Eliza Santa María, esta última involucrada en la compra fraudulenta de llantas y otros más resguardados en el anonimato, así surgió una miríada de troles todos bajo la dirección de su “operador” Andretti.
Este último, parapetado tras la máscara de un personaje de comic y otros más intentan descalificar a quienes han hecho oposición a las malas prácticas dentro y fuera del ente municipal, si a esto le sumamos el apoyo “incondicional” de sus comunicadores de planilla, han hecho de la administración pública su chacra particular.
La práctica de la política en Paita se circunscribe al tema partidista y proselitista, después de eso los mal llamados políticos se abocan por completo a las “obras” las cuales buscan maximizar los réditos que se negocian por debajo de la mesa, pero no tienen un liderazgo que incida en el desarrollo no solo económico sino de índole social y cultural.
Para estos políticos de marras lo importante son las “obras” y en ese tenor alrededor de ellos se agrupan, gente inescrupulosa, “comunicadores” pagados, y una larga lista de aduladores quienes aspiran a cualquier migaja que caiga del palacio municipal.
Ese es el cosmos y el universo de los corruptos porteños, con una municipalidad infestada de ganapanes y manifiestos aprovechados detrás de bambalinas, quienes como dije en un principio corren a defender sus fueros (su ubre) al verse amenazados por una resolución que a mi entender no ha hecho nada más que alborotar el panal donde pululan estos mercenarios de la política local.
El problema de estos sinvergüenzas nunca tendrá solución si no pasa por el filtro de un candidato probo y alejado de estas prácticas gangsteriles, un tema que dista mucho de resolverse en el contexto sociopolítico paiteño actual.
Aquí estamos sin caretas ni escondiéndonos detrás de personajes caricaturescos, aquí le decimos pan al pan y vino al vino y obviamente ladrón al ladrón y estos disfrazados de funcionarios justamente son aquellos que se prestan a usar la Municipalidad como su oficina para el tráfico de influencias, la solicitud de dádivas para encubrir faltas (como la de unas multas de un vehículo y que al final se birló el dinero) y toda clase de negocios para su beneficio personal.
Como bien cita una publicación local (Paiteños con orgullo), parece que el temor de la llegada nuevamente del ex regidor Huber Vite los ha volcado en un frenesí absoluto, al punto de “trabajar” horas extras en estos días.
Este capítulo triste de la corrupción actual no termina aquí mientras los que aspiran al cargo de alcalde en las próximas elecciones sigan aceptando en sus cuadros dirigenciales a gente huérfana de un mínimo de valores democráticos y probidad. He allí el quid de la cuestión, ya saben conciudadanos, ni anónimos, ni Andrettis, ni enmascarados de caricatura que entran literalmente a arrasar con los dineros públicos, lo demás es pura pose con máscara incluida.
El anonimato en internet —tanto la posibilidad de no identificarse como la de asumir una identidad falsa— y la importancia de las redes sociales en la vida pública se combinan de esta manera indeseada.